Según algunos estudios el 80 por ciento del tiempo llevamos tan sólo un 10 por ciento de la ropa que tenemos en el armario. Esto quiere decir que 9 de cada 10 prendas de vestir que compramos en algún momento no las usamos prácticamente nunca. Algo parecido ocurre con otros muchos objeto como utensilios de cocina, equipos electrónicos, material de menaje o equipamiento deportivo. Los adquirimos porque los encontramos a precios rebajados o porque queremos tenerlos en casa sin valorar antes si nos serán útiles.
Para ser realmente ecológicos, una de las primeras medidas que debemos tomar es realizar un consumo consciente y responsable. Reflexionar si necesitamos comprar 15 pantalones diferentes para luego solamente utilizar 2 de ellos, si realmente es imprescindible adquirir el último grito en tecnología o por el contrario podemos vivir sin ello y darle una oportunidad más y sacar partido de los aparatos que ya tenemos en casa.
En el caso de que sepamos que vamos a necesitar un artículo en concreto de forma temporal, el alquiler es una opción viable pues tan sólo lo tendremos el tiempo necesario haciendo que otra persona pueda usarlo después.
Si lo pensamos detenidamente, comprar y tener menos cosas no haría que nuestra calidad de vida disminuyera. Al contrario, dispondríamos de espacio en casa para poder tener un acceso fácil a aquello que realmente necesitamos. Además conseguiríamos disminuir nuestros gastos superficiales y tener más capacidad económica para adquirir artículos de primera necesidad de gran calidad y respetuosos con el medio ambiente.
Y tú ¿te atreves a vivir con menos?
Fuente: Ecogestos.
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