domingo, 10 de marzo de 2013

Cuatro principios de la Agricultura Natural

“Libélulas, polillas, abejas, arañas, ranas, lagartos, gusanos… Este es un campo de arroz en equilibrio con el ecosistema. Las comunidades de insectos y plantas mantienen una relación estable aquí. Es común que una plaga barra este area dejando las cosechas de estos campos sin afectar.
Ahora echa un vistazo al campo del vecino por un momento. Las hierbas han sido eliminadas con pesticidas y el arado. Los animales del suelo y los insectos han sido exterminados por el veneno. El suelo ha sido quemado limpiado de materia orgánica y microorganismos por los fertilizantes químicos.
En el verano veras a los granjeros trabajar sus campos, usando máscaras de gas y largos guantes de goma. Estos campos de arroz, que han sido cultivados de forma continua durante 1.500 años, han sido desechados por las prácticas de cultivo explotador de una sola generación.
 
 Cuatro Principios:
 
El primero es no arar la tierra, es decir, nada de arado profundo ni revolver la tierra. Durante cientos de años, los granjeros han asumido que el arado es esencial para cultivar cosechas. La tierra se cultiva a si misma por medio de la penetración de las raíces de plantas y por la actividad de los microorganismos, pequeños animales y lombrices de tierra.
 
El segundo es no usar fertilizantes o compost comercial preparado. La gente interfiere con la naturaleza y, lo intente como lo intenten, no pueden curar las heridas resultantes. Las prácticas descuidadas de cultivo y drenado del suelo, de sus nutrientes escenciales tiene como resultado una clara depredación de la tierra. Si es dejada a su aire, el suelo mantiene su fertilidad, naturalmente en concordancia con el ordenado ciclo de la vida de plantas y animales.
 
El tercero es no eliminar malas hierbas por labrado o con herbicidas. Las “malas hierbas” juegan su papel en la construcción de la fertilidad del suelo y en el equilibrio de la comunidad biológica. Como un principio fundamental, las hierbas deben ser controladas, no eliminadas. El acolchado de paja, el cubierto de trébol interplantado con las cosechas y la inundación temporal proveen de un método eficaz de control de hierbas en mis campos.
 
El cuarto es no dependencia de los productos químicos. Desde el momento en que una planta débil se desarrolla como consecuencia de practicas no naturales como el arado y los fertilizantes, la enfermedad y el desequilibrio de insectos -plagas- siempre estarán presentes, pero no sucede en la naturaleza hasta el extremo de requerir el uso de venenos químicos. Una aproximación sensible a la enfermedad y el control de insectos es cultivar en un entorno saludable.
 
Traducción libre del libro:”The One-Straw Revolution”, por el Masanobu Fukuoka

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